jueves, 14 de enero de 2016

UN DIA SIN COLOR.

Suena el despertador e inmediatamente comienzas uno de los tantos días que parecen ser igual al de ayer. Te pierdes en el apuro que tienes para salir. Iniciar el proceso cada mañana ya te tiene harto y, aún así, no puedes detenerte siquiera un instante. Una vez sales de casa sientes que no eres quien controla tu vida, sino que la vida te controla a ti.

Con el pasar del día uno termina sintiéndose agotado y decaído. De pronto una pequeña luz comienza a iluminar lo que parece un día sin salvación. Es aquel acto inesperado que burla sin saber, un día común. Respiras profundo y sientes alivio, caminas de nuevo e inicia nuevamente.

Annabel C. Acarapi Cruz (Akemi Annie)